La clasificadora de riesgo Fitch Rating decidió mantener en "A-" la calificación para Chile, tanto para deuda en moneda extranjera de largo plazo como para deuda en moneda local, otorgándole además una perspectiva "estable". En su comunicado, Fitch destacó como fortaleza que el país cuenta con un bajo nivel de deuda comparado con sus pares de la región, posee una sólida gobernanza y políticas macroeconómicas creíbles.

"Las calificaciones de Chile están respaldadas por un balance soberano relativamente sólido, una deuda pública/PIB muy por debajo de sus pares, sólidos indicadores de gobernanza y un historial de políticas macroeconómicas creíbles centradas en un régimen de metas de inflación y un tipo de cambio flexible", indicó la clasificadora en su comunicado.

En cuanto a las reformas impulsadas por el Gobierno, la agencia destacó el avance conseguido con el Royalty Minero y el trabajo que ha realizado el Ejecutivo para sacar adelante un Pacto Fiscal, el que estiman podría centrarse en medidas administrativas e incentivos a la inversión privada.

Respecto del crecimiento, proyectan un cierre en torno a 0% para este año y una recuperación del PIB de 2,4% en 2024, de la mano de un reequilibrio por la disminución del consumo privado y una política fiscal contra cíclica. Fitch complementa que "en el mediano plazo vemos que el crecimiento regresaría a la tendencia previa a la pandemia de 2,0% (2015-2019) respaldado por la producción de cobre a medida que los nuevos proyectos en línea compensan los desafíos operativos a corto plazos y los retrasos anteriores".

El ministro de Hacienda, Mario Marcel, valoró la mantención de calificación de Chile e indicó que "esto es una señal adicional de confianza en nuestra economía. Esto va a permitir que los costos de financiamiento para Chile se mantengan más bajos que los de otros países de desarrollo similar; y nos alienta a seguir adelante con este esfuerzo por conducir la economía por un camino de sostenibilidad y de responsabilidad, como lo hemos hecho hasta ahora".

La autoridad recordó que esta es la segunda calificación de esta agencia durante el actual Gobierno, cuya nota "se fundamenta en el hecho de que Chile mantiene una situación fiscal sana y controlada, especialmente después de los ajustes que hicimos el año pasado, que el nivel de endeudamiento está por debajo de los países pares y que la economía ha ido haciendo el ajuste que necesitaba para mantener controlada la inflación".

Fitch, además, indica que a futuro hay acciones que podrían mejorar la calificación como mantener una trayectoria decreciente de la deuda pública en relación con el PIB o una reconstrucción de las reservas fiscales.

Finalmente, la agencia asignó a Chile un puntaje ESG de 5 (en la escala de 1 a 5 como máximo) para "Estabilidad y Derechos Políticos" y de 5+ para "Estado de Derecho, Calidad Institucional y Regulatoria y Control de la Corrupción". Esto asociado a los altos niveles en los indicadores de Gobernanza del Banco Mundial, cuya calificación refleja la larga trayectoria de transiciones políticas estables y pacíficas, derechos bien establecidos para participar en el proceso político, fuerte capacidad institucional, estado de derecho efectivo y un bajo nivel de corrupción, según explica Fitch.