Chile está clasificado como un país “de alta vulnerabilidad” al cambio climático. Nuestro país enfrenta un gran desafío que consiste en movilizar recursos desde el sector privado y público. El gasto público en cambio climático es el dinero que el Estado destina para hacer frente al cambio climático. Para avanzar en su identificación, el 2019 se firmó un acuerdo entre el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD, el Ministerio de Hacienda y la Dirección de Presupuestos.

Permite integrar la perspectiva climática a la planificación de las finanzas públicas, interiorizando los costos que puede tener para el país. Contribuye a la toma de decisiones con información certera y clara, para asegurar financiamiento sostenible en el tiempo para una implementación más eficiente de proyectos y políticas públicas vinculadas a la respuesta al cambio climático. Para medirlo es necesario identificar las actividades e iniciativas relacionadas a cambio climático en el presupuesto nacional.

Para medir el gasto público en cambio climático, esto es, el dinero que el Estado destina para enfrentarlo, es necesario identificar las actividades e iniciativas relacionadas a cambio climático en el presupuesto nacional. Y para clasificar estas actividades e iniciativas, se aplican los criterios de los Marcadores de Río de la OCDE. Por ejemplo: Una actividad e iniciativa de mitigación es aquella que contribuye a estabilizar la concentración de CO2. Una actividad e iniciativa de adaptación es aquella cuyo propósito es la reducción de la vulnerabilidad de los sistemas humanos o naturales a los impactos climático. Una actividad e iniciativa mixta contribuye a la mitigación y adaptación de forma integrada.

Es importante que los países cuenten con datos sobre cuánto de su gasto público se destina a enfrentar el cambio climático y sus efectos. Si te preguntas si llegar a estos datos es una tarea sencilla para los países, la respuesta es que no lo es. Existen barreras que hacen de la medición del gasto público en cambio climático una tarea compleja. En el caso de Chile y muchos otros países, la estructura del presupuesto no permite distinguir gastos según propósito o temática, debido a la forma de caracterizarlos -como por ejemplo, “gastos en personal”-, que hace difícil identificar aquellas actividades e inicia\vas relacionadas al cambio climático. Además, para realizar su medición, se requiere una alta inversión de tiempo y capacitación de los equipos de trabajo.

Es importante que los países cuenten con datos sobre cuánto de su gasto público se destina a enfrentar el cambio climático y sus efectos. Para lograrlo, se enfrentan barreras y dificultades para encontrar información en el presupuesto nacional que permita identificar actividades vinculadas a cambio climático. Para superar estas barreras es necesario buscar otras fuentes de información, tales como bases de datos, que permitan un análisis a nivel de actividades e iniciativas. Para dimensionar el gasto público en cambio climático de Chile, se ha analizado información de actividades e iniciativas contenidos en el Sistema Nacional de Inversiones, el Banco Integrado de Programas Sociales y No Sociales, y la información levantada a partir del trabajo conjunto con ministerios. Con esto, ya se ha evaluado más del 50% del presupuesto del país.

El dinero que el Estado destia para enfrentar el cambio climático presenta barreras que hacen complejo medirlo. A pesar de esto, se han logrado importantes avances en el país, gracias al trabajo iniciado en 2019 entre el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, la Dirección de Presupuestos y el Ministerio de Hacienda. Por ejemplo, en 2022, se elaboró el primer informe de gasto presupuestario en cambio climático reportado al Congreso Nacional por parte de la Dirección de Presupuestos. Además, se han realizado mediciones de gasto presupuestado como el piloto del año 2023, que permitió identificar la alta participación del gasto en adaptación en los ministerios estudiados.

En tales mediciones, tanto en inversiones como en programas públicos del gasto en cambio climático, destacan con un alto porcentaje los ministerios de Agricultura y Obras Públicas. Además, se ha identificado que el gasto público en cambio climático del país corresponde principalmente a actividades e iniciativas de adaptación al cambio climático, que buscan reducir la vulnerabilidad de los sistemas humanos o naturales a sus impactos.

Es importante que los países cuenten con datos sobre cuánto de su gasto público se destina a enfrentar el cambio climático y sus efectos. En nuestro país, se ha avanzado mucho en esta materia, a partir del trabajo conjunto entre el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, el Ministerio de Hacienda y la Dirección de Presupuestos. Pero, todavía queda mucho por hacer. En el futuro, se espera avanzar hacia la institucionalización de las mediciones, para que sean reportadas periódicamente. Progresar en la medición del gasto privado en cambio climático y ampliar el análisis para cubrir progresivamente un mayor porcentaje del presupuesto nacional con las mediciones realizadas. También, mejorar en la comunicación y difusión de resultados.